Nunca lo había visto, siempre pensé que en lo que me fijé, fuera en ese aquel diferente que te hacia especial. Pero que idiota he sido; eres exactamente igual que los demás. Sin sentimientos, todo falso; como la imitación de un cuadro caro. “Eres absolutamente gilipollas”. Me lo repito una y otra vez.
¿Por qué?
¿Por qué no me di cuenta antes...? Me hubiese ahorrado tantas lágrimas…
Pero ahora el único imbécil eres tú; porque veras como me pierdes y nada podrás hacer, solo sufre; sufre todo o más lo que yo he sufrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario